“¿Quién dice que para vivir/ hace falta coraje?” es la cita de la poeta Wislawa Szymborska con la que inicia este poemario, donde la palabra HUEVOS estalla de resonancias: las pérdidas gestacionales de las que poco y nada se habla, la herencia de las antepasadas y sus luchas, los dolores y potencias de la (no) maternidad y su resignificación, el abuso sexual en la adolescencia como marca y como herida que vuelve para convertirse en arma, el coraje que hace falta para afrontar la vida. Estos asuntos recorren unos versos con zonas narrativas y zonas reflexivas, pero siempre atravesados por la vocación de oralidad que caracteriza el recorrido artístico de la autora.