NO A LA DEROGACION DE LA LEY 25.542
Publicado póstumamente en 1965, Ariel fue editado por su marido, el poeta Ted Hughes, quien modificó el manuscrito original descartando varios poemas e incluyendo otros que Plath había escrito en las semanas que precedieron a su muerte. Esa edición fue señalada como una de las cumbres de la literatura en lengua inglesa del siglo xx, con poemas tan célebres y comentados como “Papi”, “Lady Lázaro” o “Ariel”. Sin dudas, se trata de un libro que resume todas las virtudes del estilo de Plath, su intensidad expresiva y metafórica tan fuera de lo común, pero también llena de dolor y extrema delicadeza. Esta edición está basada en la versión de 1966, e incluye en un Apéndice los 12 poemas de la primera edición que Hughes decidió descartar, y que fue motivo de álgidas controversias.
“En Ariel encontramos a una poeta alcanzando la plenitud de sus capacidades expresivas: Plath despliega en sus páginas la madurez de su particular universo lingüístico, capaz de enunciar al cuerpo con violencia y al tiempo recogerse en imágenes de delicado lirismo; valiente a la hora de nombrar el dolor y dotada de una sensibilidad extraordinaria a la hora de comprender al otro, de comprender las lógicas del mundo en que vivió”
Publicado póstumamente en 1965, Ariel fue editado por su marido, el poeta Ted Hughes, quien modificó el manuscrito original descartando varios poemas e incluyendo otros que Plath había escrito en las semanas que precedieron a su muerte. Esa edición fue señalada como una de las cumbres de la literatura en lengua inglesa del siglo xx, con poemas tan célebres y comentados como “Papi”, “Lady Lázaro” o “Ariel”. Sin dudas, se trata de un libro que resume todas las virtudes del estilo de Plath, su intensidad expresiva y metafórica tan fuera de lo común, pero también llena de dolor y extrema delicadeza. Esta edición está basada en la versión de 1966, e incluye en un Apéndice los 12 poemas de la primera edición que Hughes decidió descartar, y que fue motivo de álgidas controversias.
“En Ariel encontramos a una poeta alcanzando la plenitud de sus capacidades expresivas: Plath despliega en sus páginas la madurez de su particular universo lingüístico, capaz de enunciar al cuerpo con violencia y al tiempo recogerse en imágenes de delicado lirismo; valiente a la hora de nombrar el dolor y dotada de una sensibilidad extraordinaria a la hora de comprender al otro, de comprender las lógicas del mundo en que vivió”