NO A LA DEROGACION DE LA LEY 25.542

“El éxtasis, del que nada se dirá parafraseándolo, sin embargo se ofrece transrostro diamantino de lo salvaje (y que no se puede salvar). ¿Cómo se sacude uno un punto ciego en el centro inagarrable de la nuca justo cuando hay eclipse del cerebro y el corazón? La flámula sensorial bombea, la ocupación indómita de la materia se hace carne y lleva y trae al continuo desocupante ocupador. Y por eso el lector del poema puede, cual arcaica novedad, despreocuparse por las previas del sentido -que tampoco, porque nada más apuntase alguna conclusión, sería el ulterior- y conducirse en pro de una desocupación que favorezca las emociones misteriosas.”

“El éxtasis, del que nada se dirá parafraseándolo, sin embargo se ofrece transrostro diamantino de lo salvaje (y que no se puede salvar). ¿Cómo se sacude uno un punto ciego en el centro inagarrable de la nuca justo cuando hay eclipse del cerebro y el corazón? La flámula sensorial bombea, la ocupación indómita de la materia se hace carne y lleva y trae al continuo desocupante ocupador. Y por eso el lector del poema puede, cual arcaica novedad, despreocuparse por las previas del sentido -que tampoco, porque nada más apuntase alguna conclusión, sería el ulterior- y conducirse en pro de una desocupación que favorezca las emociones misteriosas.”

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