NO A LA DEROGACION DE LA LEY 25.542
Un psicólogo cuarentón, porteño y de buenos modales. Uno más que se siente original siendo fotocopia. Esos tipos piolas, cero drama, que no juzgan ni critican y juegan a jugarse la vida a diario, pero con costosos seguros de mala praxis.
Un profesional con calzado náutico, pero sin barco. Un respetado agente de salud. Prestador en una prestigiosa obra social. Alguien que logra armar una familia tipo y vivir de su consultorio sin sobresaltos. Festeja los cumpleaños, navidades y fiestas de fin de año. Come sin hambre fosforitos de jamón y queso. Charla sobre modelos de autos y hasta se sabe algún que otro chisme del barrio.
Pero mientras su esposa le infla los globos para el aniversario, él se escapa al cumpleaños de su mejor amigo. Esa noche prueba el éxtasis y la música electrónica. Se produce un punto de inflexión en su carrera, y nunca más puede volver a su armoniosa vida. Le pone gafas de sol a la mirada del otro, y se zambulle, sin tantear la temperatura del agua, en La Noche más oscura.
Un licenciado que juega a no estar alfabetizado. Un doctor de la mente que imagina tener todo bajo control: “Entro y salgo” justificaba todos los jueves, cenando con unos colegas cada vez más preocupados.
Se divierte, siente que lo merece, como todos los que no pudieron viajar a Disney.
Un psicólogo cuarentón, porteño y de buenos modales. Uno más que se siente original siendo fotocopia. Esos tipos piolas, cero drama, que no juzgan ni critican y juegan a jugarse la vida a diario, pero con costosos seguros de mala praxis.
Un profesional con calzado náutico, pero sin barco. Un respetado agente de salud. Prestador en una prestigiosa obra social. Alguien que logra armar una familia tipo y vivir de su consultorio sin sobresaltos. Festeja los cumpleaños, navidades y fiestas de fin de año. Come sin hambre fosforitos de jamón y queso. Charla sobre modelos de autos y hasta se sabe algún que otro chisme del barrio.
Pero mientras su esposa le infla los globos para el aniversario, él se escapa al cumpleaños de su mejor amigo. Esa noche prueba el éxtasis y la música electrónica. Se produce un punto de inflexión en su carrera, y nunca más puede volver a su armoniosa vida. Le pone gafas de sol a la mirada del otro, y se zambulle, sin tantear la temperatura del agua, en La Noche más oscura.
Un licenciado que juega a no estar alfabetizado. Un doctor de la mente que imagina tener todo bajo control: “Entro y salgo” justificaba todos los jueves, cenando con unos colegas cada vez más preocupados.
Se divierte, siente que lo merece, como todos los que no pudieron viajar a Disney.